Salud Mental Día a Día
Es el diario vivir el que nos reta y nos presenta de manera constante desafíos a todos y cada uno de nosotros. ¿Qué marca la diferencia? Marca la diferencia la manera como interpretamos, entendemos y gestionamos esas situaciones. Marca la diferencia lo que pensamos y sentimos y, por ende, la manera como decidimos actuar frente a cada uno de esos sucesos.
El hombre que llora en silencio en el baño pues acaba de separarse de la mujer que ama; el adolescente que evita los espejos pues lleva meses sufriendo de acné; la mujer que ve como su pareja bebe sin parar y pide en silencio que no beba más; el abuelo ignorado por su familia; la persona con discapacidad que lucha por recuperar la funcionalidad de su vida; el médico que ve sufrir su paciente en la camilla; el juez que juzga si es inocente o culpable; el desempleado que no encuentra trabajo, la madre de un niño de 5 años que no para de pedir atención; el hombre que llega al trabajo luego de tener una fuerte discusión en la parada de bus; el jefe que casi no durmió en la noche y ahora se enfrenta a los urgencias de día a día; el deportista que se levanta cada mañana a romper sus propios récords.
Importancia De La Salud Mental
Según la OMS, “la buena salud mental permite a las personas desarrollar su propio potencial hacer frente al estrés de la vida, trabajar de manera productiva y hacer una contribución positiva a sus comunidades”. No se habla de ausencia de problemas, pero si se habla de buscar el bienestar, no se habla de la ausencia de enfermedad, se habla de desarrollar el potencial.
No podemos ser ilusos y pensar que existe la vida perfecta, aquella en la cual tenemos todo y no pasa nada malo. Vivimos en un mundo de titulares desenfrenados. Vivimos en un mundo donde nos abruman la cantidad de información y sucesos, eso sólo afecta de manera directa nuestra tranquilidad y bienestar. Pero tanto tú como yo, somos personas reales, que trabajamos, estudiamos, tenemos un hogar, una familia y responsabilidad. Vivimos un día a día que nos confronta permanentemente. Un día a día que nos lleva a enfrentar situaciones para las cuales podemos o no estar preparados.
Como dice Iván Darío González Ortiz, vicepresidente de la Cámara de Salud de la ANDI, “…uno es el primer agente de salud mental de su vida, pero tiene siempre un liderazgo enorme en la salud mental de los demás…”. Escuchar al otro, ponerse en los zapatos del otro, tener conversaciones desde la confianza, sin juicios y desde la compresión ayudan a enfrentar los desafíos que cada uno de nosotros tenemos en el día a día.
Hablar Sin Vergüenza Es Trabajar En Nuestra Salud Mental
Llego el momento de hablar de lo que sentimos y vivimos SIN VERGÜENZA, hablar del dolor que vivimos, de la preocupación que tenemos, de la rabia contenida, de la esperanza perdida. Hablemos SIN VERGÜENZA de nuestros miedos, angustias y frustraciones. Hablemos SIN VERGÜENZA de ese momento donde levantarnos de la cama es nuestro mayor desafío, de haber comido sin parar en un momento de estrés, de la irritación que nos genera una persona, de los errores cometidos, las dudas obsesivas, las discusiones absurdas, de la ansiedad que nos produce ir a trabajar, y las ganas de no hacer nada y a partir de allí seamos empáticos con nosotros mismos y con los demás y así cuidar de nosotros y de ellos, generando espacios donde, desde el diálogo y el compartir podamos generar momentos de bienestar y alegría que nos ayuden a tramitar esas situaciones de estrés, presión, angustia y preocupación.
Buscar Ayuda Es Amor Propio
Si a pesar de hablar y compartir lo que se vive el estrés se vuelve crónico, los momentos de tensión son permanentes, si tú o las personas a tu alrededor cambia su comportamiento, si el dolor y el silencio superan la realidad, si llegan pensamientos pesimistas como “no voy a ser capaz”, “la vida no tiene sentido”, “quisiera morirme”, “estoy cansado con la vida”; si sientes que las situaciones se está saliendo de las manos, no encuentras alternativas, si sientes que tomar una decisión es muy difícil, que no hay soluciones a tus dificultades, si tu cuerpo empieza a hablar pues aparece la migraña, el colon se inflama, las rodillas empiezan a doler o la indisposición no te deja salir de tu casa, te recomendamos que busques ayuda profesional, un psicólogo.
Si, un psicólogo puede acompañarte a tramitar esos desafíos que hoy enfrentas y que quizás no tengas tan claro cómo entender, cómo afrontar, cómo superar. Un psicólogo te ofrece esa escucha atenta y una guía profesional, te abre las puertas para que clarifiques tu mente y encuentres tus propias soluciones, tus propias acciones que te permitan tramitar, superar y gestionar eso que te pasa, eso que vives, eso que sientes y recuperes la fuerza y ganas de vivir, tu bienestar, la alegría, recuperes el timón de tu propia vida y encuentres tu propia forma de ver la vida.
Si quieres aprender más sobre «Hablemos Sin Vergüenza de Salud Mental» da clic aquí